Cualesquiera sean vuestros pecados, cualesquiera sean vuestras miserias, desde el momento en que nos volvemos hacia el Amor del Padre con confianza, nada es obstáculo entre Él y nosotros.
Cualesquiera sean vuestros pecados, cualesquiera sean vuestras miserias, desde el momento en que nos volvemos hacia el Amor del Padre con confianza, nada es obstáculo entre Él y nosotros.