Razón de reverenciar a los sacerdotes

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Los sacerdotes son quienes nos engendran espiritualmente, los que por el Bautismo nos dan a luz. Por ellos nos revestimos de Cristo (cfr. Rm 13, 14; Gal 3, 27), nos consepultamos con el Hijo de Dios (cfr. Rm 6, 4) y nos hacemos miembros de aquella bienaventurada Cabeza. De suerte que los sacerdotes debieran merecernos más reverencia que los magistrados y reyes, y sería incluso justo tributarles mayor honor que a nuestros mismos padres. Porque éstos nos engendran por la sangre y la voluntad de la carne (cfr. Jn 1, 13), mas aquellos son autores de nuestro nacimiento de Dios, de la regeneración bienaventurada, de la libertad verdadera y de la filiación divina por la gracia.

Sobre el sacerdocio