Qué es buscar lo más perfecto

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Santa Teresa hace una observación importante. El que se obliga, dice, por el voto de lo más perfecto, no debe detenerse en bagatelas, en pequeños detalles de la vida, para preguntarse a cada momento en cuál de esos pequeños detalles se encuentra la mayor gloria de Dios. Esto sería pueril y ridículo; la vida así estaría llena de inquietudes, sujeta a escrúpulos y a ilusiones. No, no hay, como dice la santa, que entretenerse en coger lagartijas; se trata de las grandes disposiciones del alma. El alma debe constituirse en un gran olvido de sí misma, en un gran desprecio de todo lo criado, en un inmenso deseo de la gloria de Dios: estos sentimientos deben ser su alimento diario. Después, fidelidad sencilla y constante en las cosas pequeñas, elección generosa de lo más perfecto en las circunstancias de alguna importancia. (José Tissot, La vida interior)