Sobre el segundo grado de humildad

1163

31 El segundo grado de humildad consiste en que uno no ame su propia voluntad, ni se complazca en hacer sus gustos, 32 sino que imite con hechos al Señor que dice: «No vine a hacer mi voluntad sino la de Aquel que me envió». 33 Dice también la Escritura: «La voluntad tiene su pena, y la necesidad engendra la corona.»

Regla