La mujer fuerte
puso en Dios su esperanza:
Dios la sostiene.
Hizo del templo su casa;
mantuvo ardiendo su lámpara.
En la mesa de los hijos
hizo a los pobres un sitio.
Guardó memoria a sus muertos;
gastó en los vivos su tiempo.
Sirvió, consoló, dio fuerzas;
guardó para sí sus penas.
Vistió el dolor de plegaria;
la soledad, de esperanza.
Y Dios la cubrió de gloria
como de un velo de bodas.
La mujer fuerte
puso en Dios su esperanza:
Dios la sostiene. Amén.