Señor, tú conoces a cada uno y a cada uno llamas por su nombre, y das a cada hombre una vocación para llegar a la salvación, para darte gloria y para ser una ayuda a los hombres sus hermanos.
Ha llegado también para nuestro(a) hijo(a) el momento de descubrir el camino que has señalado para él(ella).
Ilumina su mente con tu luz, sostenlo(a) con tu fuerza, para que no se contente con un ideal fácil.
Ilumínanos también a nosotros, sus padres, para que le ayudemos a reconocer su vocación y a realizarla generosamente, sin poner impedimentos a su libertad y sin oponernos a tu guía interior.
Amén.