Consagración de la Familia a la Virgen María

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Reina de la Familia

Ven, María, entra y habita en esta casa que nosotros te ofrecemos y consagramos a ti. Sé bienvenida: te recibimos con alegría de hijos. Somos sumamente indignos; pero tú  eres tan bondadosa que gustosamente pones tu morada con tus hijos más indigentes.

Te acogemos con el mismo afecto con que Juan te recibió en su casa después de la muerte de Jesús. Distribuye entre cada uno de nosotros las gracias espirituales que necesitamos, como las llevaste a la casa de Zacarías. Danos las gracias materiales, como obtuviste el cambio del agua en vino a los esposos de Caná.

Manténnos lejos del pecado. Se instrumento de luz, gozo y santificación como lo fuiste en la familia de Nazaret. Se para nosotros Madre, Maestra y Reina. Aumenta en nosotros la fe, la esperanza, el amor. Infúndenos el espíritu de oración.

Que Jesús, Camino, Verdad y Vida, habite siempre en esta casa. Suscite las vocaciones sacerdotales y religiosas entre nuestras familias. Que todos los miembros de esta familia nos reunamos en el cielo.

Amén.