Espíritu Santo: ¡Ven!
Espíritu Creador: ¡Ven!
Abogado Defensor: ¡Ven!
Consejero Interior: ¡Ven!
Santo Paráclito: ¡Ven!
Maestro espiritual: ¡Ven!
Consolador del corazón: ¡Ven!
Dador del don de Sabiduría: ¡Ven!
Dador del don de Entendimiento: ¡Ven!
Dador del don de Consejo: ¡Ven!
Dador del don de Ciencia: ¡Ven!
Dador del don de Fortaleza: ¡Ven!
Dador del don de Piedad: ¡Ven!
Dador del don de Temor de Dios: ¡Ven!
Orante interior: ¡Habítanos!
Aliento de vida: ¡Habítanos!
Movedor hacia el bien: ¡Habítanos!
Principio de bondad: ¡Habítanos!
Defensor de la verdad: ¡Habítanos!
Inspirador del bien hacer: ¡Habítanos!
Respiración divina: ¡Habítanos!
Inspirador de toda destreza: ¡Habítanos!
Amor divino: ¡Habítanos!
Huésped del alma: ¡Habítanos!
Amigo del alma: ¡Habítanos!
Unión teologal: ¡Habítanos!
Engendrador de gracia: ¡Habítanos!
Fuerza del Altísimo: ¡Habítanos!
Médico del alma: ¡Acompáñanos!
Rocío del cielo: ¡Acompáñanos!
Resplandor divino: ¡Acompáñanos!
Luz Santísima: ¡Acompáñanos!
Compañero doméstico: ¡Acompáñanos!
Perdón de los pecados: ¡Acompáñanos!
Bálsamo en la herida: ¡Acompáñanos!
Principio transfigurador: ¡Inspíranos!
Espíritu santificador: ¡Inspíranos!
Revelación divina: ¡Inspíranos!
Inspiración poética: ¡Inspíranos!
Creatividad artística: ¡Inspíranos!
Sensibilidad espiritual: ¡Inspíranos!
Inspirador de la belleza: ¡Inspíranos!
Comunión esencial: ¡Ayúdanos!
Coincidencia de los ánimos: ¡Ayúdanos!
Sostenimiento en la lucha: ¡Ayúdanos!
Delicadeza del ser: ¡Ayúdanos!
Armonía comunitaria: ¡Ayúdanos!
Comunidad divina: ¡Ayúdanos!
Amor de Dios: ¡Ayúdanos!