Oración espontánea en la peregrinación mariana 2012 con los legionarios de Cristo de Roma
María, Madre del Buen Consejo,
ayúdanos a que en el silencio de nuestro corazón
lo único que busquemos sea qué es lo que Jesús quiere.
María, te agradecemos por la forma como nos aconsejas,
con una gran suavidad y con una gran bondad.
Tú rompes nuestros planes, María, porque quieres lo mejor de cada uno de tus hijos.
Danos un corazón manso y humilde
de tal manera que estemos abiertos a tus consejos,
a los consejos de mis hermanos,
a saber escuchar y a saber superar,
a saber aconsejar sin herir al prójimo,
sin lastimar al prójimo
aunque sean consejos fuertes,
aunque sean consejos que nos lleven a la cruz.
Ayúdanos a acogerlos en nuestro corazón.
Que todo nos lleve a amar más a tu hijo.
Que de esta misa salgamos más y más deseosos de pertenecer totalmente a Jesucristo,
de convertir nuestros corazones a la pasión por el amor, al fuego del amor.