Finísimo fue el lino

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Finísimo fue el lino con que ella

fue tejiendo, a lo largo de su vida,

esa historia de amor que la hace bella

a los ojos de Dios y bendecida.

Supo trenzar con tino los amores

del cielo y de la tierra, y santamente

hizo altar del telar de sus labores,

oración desgranada lentamente.

Flor vírgen, florecida en amor santo,

llenó el hogar de paz y joven vida,

su dulce fortaleza fue su encanto,

la fuerza de su amor la fe vivida.

Una escuela de fe fue su regazo.

Todos fueron dichosos a su vera,

su muerte en el Señor fue un tierno abrazo,

su vida será eterna primavera. Amén.