“Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer.
Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!»(Mc 13, 33.35.37)
CONCURRENCIAS
Quedaos aquí y velad (Mc 14, 34). Quedaos aquí y velad conmigo (Mt 26, 38).
Velad y orad para no caer en la tentación (Mc 14, 38; Mt 26, 41).
Sed sobrios, velad (1Pe 5, 8).
RESONANCIAS
“Hermana, porque veléis,
os han dado hoy este velo,
y no os va menos que el cielo;
por eso, no os descuidéis.
Aqueste velo gracioso
os dice que estéis en vela,
guardando la centinela,
hasta que venga el esposo,
que, como ladrón famoso,
vendrá cuando no penséis;
por eso, no os descuidéis.
No sabe nadie a cuál hora,
si en la vigilia primera,
o en la segunda o tercera,
todo cristiano lo ignora.
Pues velad, velad, hermana,
no os roben lo que tenéis;
por eso, no os descuidéis.
En vuestra mano, encendida,
tened siempre una candela,
y estad con el velo en vela,
las renes muy bien ceñidas.
No estéis siempre amodorrida,
catad que peligraréis;
por eso, no os descuidéis” (Santa Teresa, Poesías 25).5
CONTEMPLACIÓN
Adviento, tiempo de espera, de quienes aguardan a que venga el Señor, y se disponen a acoger al Sol que viene de lo alto, y a contemplar el resplandor del rostro de Dios en todo.
Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.