Llevar el Evangelio a todos

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IV Domingo del Tiempo Ordinario, “C”
(Jer 1, 4-5.17-19; Sal 70; 1Co 12, 31-13,13; Lc 4, 21-30)

Lecturas
“Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones” (Jer 1,5).

«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio» (Lc 4, 24-27).

Comentario

Jesús ha venido para ofrecer la salvación a toda la humanidad. Si Jeremías fue elegido para ser profeta de las naciones, el Nazareno deja su pueblo, se aposenta en la ciudad fronteriza de Cafarnaúm y se hace eco de las actuaciones de Elías y Eliseo en tierras paganas, fuera de Israel.

Si en la Biblia las posturas de permanecer sentado, echado en el suelo o postrado y las de estar erguido, levantado o de pie, tienen un sentido teológico, no es menor el significado trascendente de ver a Jesús yendo de un lado para otro. Todo movimiento de salida es llamada a la conversión, como fue la vocación de Abraham, cuando recibió la invitación a salir de su tierra, de la casa paterna hacia el lugar que le mostraría Dios.

Las endogamias son contrarias al Evangelio. Sin embargo, en los últimos tiempos, por causa de la intemperie que se sufre en el orden de la fe y de pertenencia al cristianismo, cabe que se busquen refugios cálidos, donde resguardar la mecha humeante de la identidad creyente. Aunque es muy importante vivir la fe en comunidad, y con alguna pertenencia a grupos o parroquias, movimientos o asociaciones, nunca deberá ser un enclaustramiento. La Palabra envía al profeta a todas las naciones, y Jesús ofrece el Evangelio a toda la humanidad.

Cuestión
¿Vives tu fe con referencias comunitarias y a la vez de mesa abierta?

 


Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web)

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