Triunfo del amor

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¿Recordamos la frase de la esposa de los Cantares: “He encontrado al que ama mi alma lo he encontrado y no lo dejaré jamás”? Es un grito de triunfo, es un cántico de alegría. Todo el que ama siente este gozo inefable de la unión, de la posesión. Y puesto que, como dijo muy bien el Padre Lacordaire: «El amor en el cielo y en la tierra tiene el mismo nombre, la misma esencia, la misma ley»; también en el orden Espiritual, el gozo del amor es tanto más superior al gozo de los afectos terrenos, cuanto la caridad es más excelente que todos los afectos naturales. Y no pensemos que para alcanzar ese gozo que es Fruto del Espíritu Santo sea necesario llegar a las cumbres celestiales del amor; no, porque aun cuando es verdad que en esas cumbres se realiza la unión plena, la unión perfecta, lo que se llama en sentido absoluto la santidad; también es cierto que desde los principios de la vida Espiritual poseemos al Amado de nuestro corazón. (El Espíritu Santo)