Honremos, pues, echados por tierra, tan divino Sacramento; y queden desechados, pues vino el cumplimiento, los ritos del Antiguo Testamento. Y si el sentido queda pasmado de tanta y nueva cosa, lo que él no puede, pueda, ose lo que él no osa, la fe determinada y animosa.
Gloria al Omnipotente, y al gran Engendrador y al Engendrado y al inefablemente de entrambos inspirado, igual alabanza, igual honor sea dado.
Amén.