Lo primero que resalta en este evangelio, es el triple saludo: » ¡Paz a ustedes! «, a motivo de la triple paz que Cristo estableció entre Dios y el hombre, reconciliando al hombre con el Padre por medio de su sangre; entre el ángel y el hombre, asumiendo la naturaleza humana y elevándola por encima de los coros de los ángeles; y entre el hombre y el hombre, reuniendo en sí mismo, como piedra angular, al pueblo de los judíos y al de los gentiles (paganos).