Si de buena voluntad llevas la cruz, élla te llevará, y guiará al fin deseado, adonde será el fin del padecer, aunque aquí no lo sea.
Si contra tu voluntad la llevas, cargaste, y hácestela más pesada: y sin embargo conviene que sufras.
Si desechas una cruz, sin duda hallarás otra, y puede ser que más grave.
Imitación de Cristo, 2, 12