Razón de la pregunta: «eres el Mesías o debemos esperar a otro»

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Muchos no entienden por qué desde la prisión Juan el Bautista envía a sus discípulos a preguntar: ¿Eres tú el que ha de venir o hemos de esperar a otro?, como si no conociera a aquel que había presentado. Esta pregunta pronto encuentra su respuesta si se examina cuándo y en qué orden se desarrollaron los hechos. En las riberas del Jordán, Juan había afirmado que Jesús era el redentor del mundo; una vez encarcelado, pregunta, sin embargo, si es él el que ha de venir.

No es que dude de que Jesús sea el redentor del mundo, sino que quiere saber si aquel que había venido al mundo en persona descenderá también en persona a la prisión del lugar de los muertos. Porque el que Juan, como precursor, ha anunciado ya al mundo, por su muerte lo precederá también en la región de los muertos. Es como si dijera claramente: «De la misma manera que te has dignado nacer para los hombres, haznos saber si te dignarás también morir por ellos, de manera que yo, precursor de tu nacimiento, lo sea también de tu muerte y anuncie también a la región de los muertos que tú vendrás, tal como he anunciado al mundo que tú has venido ya».