A pesar de la oración y de los esfuerzos, se cometerán nuevas faltas, cuyo único remedio estriba en humillarnos siempre más profundamente, volver a Dios con la misma confianza y reanudar el combate sin desanimarnos jamás.
A pesar de la oración y de los esfuerzos, se cometerán nuevas faltas, cuyo único remedio estriba en humillarnos siempre más profundamente, volver a Dios con la misma confianza y reanudar el combate sin desanimarnos jamás.