No tenga en mucho que le puedan estimar por grande, mas llámese en la verdad siervo sin provecho, como dice Jesucristo.
Cuando hubiereis hecho todo lo que os está mandado, aún decid: Siervos somos sin provecho.
Y así podrás ser pobre y desnudo de espíritu, y decir con el profeta: Porque uno solo y pobre soy.
Ninguno todavía hay más rico, ninguno más poderoso, ninguno más libre, que aquel que sabe dejarse a sí y a toda cosa, y ponerse en el más bajo lugar.
Imitación de Cristo