Los pensamientos más sublimes son obstáculo en la contemplación

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Los pensamientos más sublimes son más obstáculo que ayuda durante el tiempo de la oración contemplativa Así, pues, has de rechazar toda conceptualización clara tan pronto como surja, ya que surgiría inevitablemente, durante la actividad ciega del amor contemplativo. Si no las vences, ellas ciertamente te dominaran a ti. Pues cuando más desees estar solo con Dios, más se deslizarían a tu mente con tal cautela que solo una constante vigilancia las podrá detectar. Puedes estar seguro de que si estas ocupado con algo inferior a Dios, lo colocas por encima de ti mientras piensas en ello y creas una barrera entre ti y Dios. Has de rechazar, por tanto, con firmeza todas las ideas claras por piadosas o placenteras que sean. Créeme lo que te digo: un amoroso y ciego deseo hacia Dios solo es más valioso en sí mismo, más grato a Dios y a los santos, más provechoso a tu crecimiento y de más ayuda a tus amigos, tanto vivos como difuntos, que cualquier otra cosa que pudieras hacer. Y resulta mayor bendición para ti experimentar el movimiento interior de este amor dentro de la oscuridad de la nube del no-saber que contemplar a los ángeles y santos u oír el regocijo y la melodía de su fiesta en el cielo. (La Nube del No Saber – Anonimo ingles del siglo XIV)