Si Cristo muere de muerte violenta, víctima del odio, es únicamente para que el sufrimiento y la muerte sean habitados por el amor y entrando en ellos, el ser humano encuentre el amor de Cristo, que también lo espera allí.
Si Cristo muere de muerte violenta, víctima del odio, es únicamente para que el sufrimiento y la muerte sean habitados por el amor y entrando en ellos, el ser humano encuentre el amor de Cristo, que también lo espera allí.