Los Angeles son los embajadores de Dios con los hombres y los embajadores de los hombres con Dios. No solamente son los ángeles de Dios, sino también los ángeles de los hombres. Ángeles, es decir, enviados: son, pues, los ángeles de Dios porque él nos los envía para asistirnos; son los ángeles de los hombres, porque nosotros los volvemos a enviar para obtener su misericordia. Vienen a nosotros cargados con sus dones, Vuelven cargados con nuestros votos; desciende para conducirnos, suben para llevar a Dios nuestros deseos Y nuestras buenas obras.
Sermón para la fiesta de los santos ángeles custodios