No permita Dios que consintamos en rebajar la humildad, la obediencia y el renunciamiento. Estas virtudes son junto con la oración, el camino siempre necesario y seguro.
No permita Dios que consintamos en rebajar la humildad, la obediencia y el renunciamiento. Estas virtudes son junto con la oración, el camino siempre necesario y seguro.