Si te defiendes ante el despojo, retrocedes, tu fe empieza a quebrantarse, surge la intranquilidad, la angustia. Síntomas de inmadurez o de falta de fe.
Si te defiendes ante el despojo, retrocedes, tu fe empieza a quebrantarse, surge la intranquilidad, la angustia. Síntomas de inmadurez o de falta de fe.