Cristo nos instiga a hacer una apropiación indebida, inmerecida, puramente gratuita. Lo que Él se ha vuelto para nosotros, nos está destinado, nos pertenece. De nosotros se requiere una conmovedora gratitud.
Cristo nos instiga a hacer una apropiación indebida, inmerecida, puramente gratuita. Lo que Él se ha vuelto para nosotros, nos está destinado, nos pertenece. De nosotros se requiere una conmovedora gratitud.