Es más fácil, mucho más fácil imitar a Jesús que imitar a los santos; porque en los santos hay muchas cosas individuales en las que no es fácil imitarlos. A Jesús nos acomodamos todos.
Es más fácil, mucho más fácil imitar a Jesús que imitar a los santos; porque en los santos hay muchas cosas individuales en las que no es fácil imitarlos. A Jesús nos acomodamos todos.