Si buscas un ejemplo de humildad, mira al Crucificado: Dios quiso ser juzgado bajo Poncio Pilato, y morir. «Tu causa ha sido juzgada como la de un impío» (Iob 36,17). Como la de un impío auténtico: «condenémoslo a la muerte más infame» (Sap 2,20). El Señor quiso morir por su esclavo; El, que es vida de los ángeles, por el hombre. «Hecho obediente hasta la muerte» (Philip 2,8).
Exposición del símbolo de los apóstoles. Capítulo 4