«Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte» (Diario,687)
«A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte» (Diario,754) «Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla» (Diario,848) «Escribe: cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso» (Diario,1541)