Frutos del temor de Dios

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El temor filial es un sentido más perfecto el principio de la sabiduría, porque para que podamos poseer la sabiduría divina, necesitamos unirnos tan estrechamente con Dios que nada nos pueda separar de Él, y el Don de Temor nos une así con Dios. El Don de temor impide que nunca nos apartemos del Amado, y en ese sentido, el principio de la sabiduría es el temor de Dios. Este Don viene a corresponder de una manera maravillosa a distintas virtudes; a la humildad, porque la humildad nos coloca en nuestro propio puesto, nos hace conocer nuestro verdadero valor e impide esas rebeliones contra Dios y esa presunción que nos hace creernos superiores a lo que somos. El Don de Temor de Dios, uniéndonos con Dios, nos hace sentir hondamente nuestra propia miseria. Corresponde también al grupo de virtudes de la templanza, porque estas virtudes moderan nuestra concupiscencia, los impulsos desordenados de nuestro corazón; pero el temor de Dios por un principio altísimo, por un principio divino, también nos coloca en el orden, en la moderación, en la paz. (El Espíritu Santo)