“Es necesario cultivar con solidez estas dos virtudes: la dulzura con el prójimo y la santa humildad con Dios.”
Frase de San Pio de Pietrelcina
“El orgullo pretende tener todo de sí mismo y lo atribuye todo a sí mismo; la humildad recibe todo de Dios y atribuye todo a Dios; por consiguiente, cuanto más ella recibe, más grande es, pues más puede devolver.”
“Las obras extraordinarias no están a mi alcance. ¿Cómo demostraré a Dios mi amor si éste se prueba en obras? Por mis pequeñas acciones y sacrificios. ¡Como niña, sembraré de flores su camino!, y Jesús las mirará complacido.”
Frase de Santa Teresita de Lisieux
“La humildad verdadera no desconoce ni niega ni aminora ninguno de los dones de Dios: conoce bien la responsabilidad de los talentos recibidos, reconoce los dones naturales y los sobrenaturales, sabe de dónde vienen.”
“Entre las cosas que habéis de mirar que se obran en vuestra ánima, la principal sea si os dejan más humillada que antes. Porque la humildad, como dice un Doctor, pone tal peso en la moneda espiritual, que suficientemente la distingue de la falsa y liviana moneda. Porque según dice San Gregorio: «Evidentísima señal de los escogidos es la humildad, y de los reprobados es la soberbia.»”
“Te he recordado, pues, cinco caminos de penitencia: primero, la acusación de los pecados; segundo, el perdonar las ofensas de nuestro prójimo; tercero, la oración; cuarto, la limosna; y quinto, la humildad.”
“El Señor guarda a los pequeñuelos: humílleme yo, y libróme Él. Y, por el contrario, hallando la falsa revelación o instinto del demonio alguna gana o aplacimiento liviano en el corazón de quien le recibe, prende allí y toma fuerzas para del todo engañar, permitiéndolo Dios no sin justo juicio; porque, como dice San Agustín, «la soberbia debe ser engañada».”