Lo que llamamos felicidad, aquí y ahora, no es el fin que Dios tiene en mente: pero cuando seamos dignos de que Él nos ame sin impedimento, seremos de hecho felices.
Lo que llamamos felicidad, aquí y ahora, no es el fin que Dios tiene en mente: pero cuando seamos dignos de que Él nos ame sin impedimento, seremos de hecho felices.