“La Cruz parece decretar el fracaso de Jesús, pero en realidad, marca su victoria. En el Calvario, los que se burlaban de Él le decían: ‘Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz’. Pero era verdad lo contrario: precisamente porque era el Hijo de Dios Jesús estaba allí, en la cruz, fiel hasta el fin al designio del amor del Padre”.
“Y precisamente por esto Dios ha ‘exaltado’ a Jesús, confiriéndole una realeza universal”.