El elemento esencial de la oración

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El elemento esencial de la oración es el contacto sobrenatural del alma con Dios, mediante el cual el alma recibe aquella vida divina que es la fuente de toda santidad. Este contacto se establece cuando el alma, elevada por la fe y el amor, apoyada en Jesucristo, se entrega a Dios, a su voluntad, por un movimiento del Espíritu Santo: «El sabio se ocupa desde el alba en velar ante el Dios que le ha creado, y eleva sus oraciones ante el Altísimo» (Ecli 39,6). Ningún raciocinio, ningún esfuerzo puramente natural puede producir este contacto: «Nadie puede decir: Señor Jesús, si no es movido por la gracia del Espíritu Santo» (1Cor 12,3). Este contacto se verifica en las oscuridades de la fe, pero llena el alma de luz y de vida.(La oración por Columba Marmión)