Las cosas de Dios no se pueden entender sólo con la cabeza, en necesario abrir el corazón al Espíritu Santo
A veces, el Espíritu Santo suavemente nos lleva y la virtud es dejarse llevar por el Espíritu Santo, no resistirse al Espíritu Santo, ser dócil al Espíritu Santo. y el Espíritu Santo actúa hoy en la Iglesia, actúa hoy en nuestra vida. Alguno me podrá decir: ‘¡Nunca lo he visto!’ ‘Pero, estate atento a qué sucede, qué te viene a la mente, qué te viene al corazón. ¿Cosas buenas? Es el Espíritu Santo que te invita a ir por ese camino. ¡Es necesaria docilidad! Docilidad al Espíritu Santo.
Homilía Santa Marta, 13 Mayo 2014