La manera más cierta de asegurar el porvenir, es santificar el momento presente. Debemos tener la certeza que Dios jamás permitirá que un alma de buena voluntad termine miserablemente una vida santa.
La manera más cierta de asegurar el porvenir, es santificar el momento presente. Debemos tener la certeza que Dios jamás permitirá que un alma de buena voluntad termine miserablemente una vida santa.