Él es quien aviva y renueva el fuego, quien sostiene la espada: No debe el hacha gloriarse sino en quien la maneja. No hará bien alguno quien no lleve la Bondad en sí. No sólo anunció el Señor que estaría en los Santos. Prometió también su permanencia en ellos y que en ellos fijaría su morada. Y hasta llega a decir que se unirá con ellos locamente, hasta hacerse un mismo espíritu: Quien se une a Dios se hace un Espíritu con Él. Y en otra parte: «Para que seáis un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como es vuestra vocación».
La vida en Cristo