Es natural que vayamos a buscar consuelo en donde legítima y sanamente lo podemos encontrar, es decir, en el Corazón Santísimo de Jesús, pero si debemos consolar a nuestro Señor, prescindamos de andar buscando nuestro propio consuelo.
Es natural que vayamos a buscar consuelo en donde legítima y sanamente lo podemos encontrar, es decir, en el Corazón Santísimo de Jesús, pero si debemos consolar a nuestro Señor, prescindamos de andar buscando nuestro propio consuelo.