“Para que el perdón sea completo necesita ser tanto ofrecido como aceptado. Un hombre que no admite culpa, no puede aceptar el perdón.”
(C.S. Lewis) Ver original
“El amor demanda la perfección del amado. El amor puede perdonar los defectos y continuar amando a pesar de ellos: pero el amor no puede dejar de desear su eliminación. De todos los poderes, el amor es el que perdona más pero excusa menos, se complace con poco pero pide todo.”
(C.S. Lewis) Ver original
Cristo nos pide dos cosas: condenar nuestros pecados y perdonar los de los demás; y perdonar no tan sólo con la boca, sino desde el fondo del corazón, no sea que volvamos contra nosotros mismos el hierro con el cual creíamos horadar a los demás.
(San Juan Crisostomo) Ver original
“Si no entendemos la importancia del perdón y no lo integramos en nuestra convivencia con los demás, nunca alcanzaremos la libertad interior, permaneciendo prisioneros de nuestros rencores.”
(P. Jaques Philippe) Ver original
“Si te apartaste de Dios, siempre puedes regresar. Él te espera, le causas gozo porque a través del perdón le permites amarte.”
(Tadeu Daczer) Ver original
“Perdonar (a alguien) no consiste en aceptar el mal. Dejo a Dios la misión de examinar sus obras y emitir un juicio. Creo también que del mal que me ha hecho, Dios puede obtener un bien.”
(P. Jaques Philippe) Ver original
“Cristo quiso ser llamado «niño» por muchas razones; pero, por amor a la brevedad, voy a exponer una sola. Si ofendes a Cristo con un pecado mortal y si le haces cualquier otra injuria, pero después le ofreces la flor de la contrición o la rosa de una confesión bañada en lágrimas -«las lágrimas son la sangre del alma» (Agustín)-; Él no se acuerda más de tu ofensa, perdona la culpa y corre a tu encuentro para abrazarte y besarte.”
(San Antonio de Padua) Ver original