Rezar por mí, por mis familiares y por el mundo

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El Santo Padre comenta en la catequesis de este miércoles la «oración sacerdotal» de Jesús en la Última Cena, una vez que ha llegado su «hora».

Jesús actualiza en esa oración la fiesta judía del Yom Kippur (el día de la expiación). Me explico: en ese día el Sumo Sacerdote realizaba la expiación por sí mismo, por los sacerdotes del Templo y por el pueblo judío en general, de modo que Israel recuperaba la sensación de estar reconciliados con Dios. Jesús, sacerdote y víctima, reza en el cenáculo por Él mismo, por sus apóstoles y por toda la Iglesia.

Tres campos adecuados donde aplicar nuestra oración.

1. Rezar por nosotros mismos:

Pedir a Dios ayuda en nuestras dificultades, pero sobre todo, como dice el Papa, que nos «consagre», es decir, que nos haga cada día pertenecer más a Dios para estar disponibles para los demás

2. Rezar por nuestros familiares:

Pedir a Dios por ellos, los cercanos y los lejanos.

3. Rezar por el mundo entero:

Como nos sugiere el Papa, no limitar nuestras peticiones de ayuda a nuestros propios problemas, sino acordarme delante de Dios del prójimo y de sus necesidades.

Los demás también necesitan de tu oración. Reza por ellos.

Aquí puedes leer la catequesis del Papa del 25 de enero de 2012.


Autor: P. Francisco Armengol, L.C

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