El castillo interior – Santa Teresa de Jesús

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El castillo interior - Santa Teresa de Jesús

Primera morada

«La puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración, no digo más mental que vocal, que como sea oración ha de ser con consideración» (Moradas I, 1,6).

Segunda morada

«… tiene en tanto este Señor nuestro que le queramos y procuremos su compañía, que una vez u otra no nos deja de llamar para que nos acerquemos a Él»

Terceras moradas

«No tornar atrás» (Moradas III, 1, 1). «Porque si le volvemos las espaldas y nos vamos tristes, como el mancebo del Evangelio» (Moradas III, 1, 7).

Cuartas moradas

Los consuelos y los gustos: «¡Humildad, humildad! Por ésta se deja vencer el Señor a cuanto de él queremos; y lo primero en que veréis si la tenéis, es en no pensar que merecéis estas mercedes y gustos del Señor ni los habéis de tener en vuestra vida» (Moradas IV, 2, 9).

Quintas moradas

Oración de unión: «El alma allí no hace más que la cera cuando imprime otro el sello, que la cera no se le imprime a sí, sólo está dispuesta, digo blanda; y aun para esta disposición tampoco se ablanda ella, sino que se está queda y lo consiente» (Moradas V, 2, 12).

Sextas moradas

El desposorio místico: «Pues vengamos con el favor del Espíritu Santo a hablar en las sextas moradas, adonde el alma ya queda herida del amor del Esposo y procura más lugar para estar sola y quitar todo lo que puede, conforme a su estado, que la puede estorbar de esta soledad» (Moradas VI, 1, 1).

Séptimas moradas

El matrimonio espiritual: «Pues vengamos ahora a tratar del divino y espiritual matrimonio, aunque esta gran merced no debe cumplirse con perfección mientras vivimos pues si nos apartásemos de Dios, se perdería este tan gran bien» (Moradas VII, 1, 1).


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