Meditación – Pentecostés

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Meditación - Pentecostés

Comentario a la Liturgia del Domingo de Pentecostés

Acciones del Espíritu Santo

El Espíritu es quien da el hálito de vida.

El Espíritu gime en nuestro propio interior.

El Espíritu ora dentro de nosotros.

El Espíritu mora dentro de nosotros.

El Espíritu ama en lo más íntimo de nuestra propia intimidad.

El Espíritu nos habita y nos hace templos suyos

El Espíritu nos regala el sentimiento consolador.

El Espíritu nos deja gustar la paz más profunda.

El Espíritu nos defiende de nosotros mismos.

Las acciones sacramentales

En el bautismo hemos sido ungido y consagrados por el Espíritu Santo.

En la Confirmación hemos sido ungidos y fortalecidos por el Espíritu Santo.

En la Confesión se nos perdonan los pecados por el Espíritu Santo.

En la Eucaristía se transforman los dones del pan y del vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, por el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo consagra y expropia a los presbíteros los hace mediación de Cristo.

El Espíritu Santo concede el don del amor divino a quienes se unen en el don mutuo del matrimonio.

Llamada personal

Jesús sigue llamando. El Espíritu Santo deja sentir en el interior de la persona el susurro que atrae la atención del vocacionado.

Sígueme, y no mires atrás.

Sígueme, y no te compares con nadie.

Sígueme, y no te excuses en tu debilidad.

Sígueme, yo iré delante de ti.

Sígueme, yo iré a tu paso, junto a ti.

Sígueme, toma tu cruz y vente conmigo.

Sígueme, y conocerás lo que es el Amor.


Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web)

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