«Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.» Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado» (Jn 6, 25-29).
CONSIDERACIÓN
Este año, los domingos se lee el Evangelio de san Marcos, que es el texto más corto de los cuatro evangelios; por ello, se completa con la lectura del cap. 6 del Evangelio de San Juan, el discurso del Pan de Vida.
Precisamente el Cuarto Evangelio está abrazado por la actitud de búsqueda; así aparece al principio, cuando Jesús se vuelve y les pregunta a los dos discípulos de Juan que le siguen: “¿Qué buscáis?” Al final, en la mañana de Pascua, el Resucitado se dirige a María Magdalena con una pregunta semejante: “¿A quién buscas?” Se puede decir que la actitud que nos corresponde es la de buscar al Señor siempre.
Pero el Evangelio de hoy denuncia la posible razón de buscar, que no es el Señor, por Él mismo, sino aquel que satisface nuestra necesidad. “Me buscáis porque habéis comido pan”. El pan que nos ofrece Jesús es Él mismo, y para buscarlo es necesaria la fe.
PROPUESTA
¿Te sientes denunciado por Jesús, porque te ves aludido en los que lo buscan por interés y no por amor? ¿Participas de la Eucaristía con agradecimiento?
Agradecemos esta aportación a Don Ángel Moreno de Buenafuente (consulta aquí su página web) El contenido de este artículo puede ser reproducido total o parcialmente en internet y redes sociales, siempre y cuando se cite su autor y fuente original: www.la-oracion.com y no se haga con fines de lucro.