Nuestras facultades espirituales, por otra parte, están igualmente limitadas en relación al conocimiento de Dios tal como es. Pues, por mucho que el hombre pueda saber sobre todas las cosas espirituales creadas, su entendimiento nunca podría comprender la verdad espiritual increada que es Dios. Pero hay un conocimiento negativo que sí entiende a Dios. Procede afirmando de todo lo que conoce: esto no es Dios, hasta que finalmente llega a un punto en que el conocimiento se agota. Tal es la postura de san Dionisio, que dijo: «El conocimiento más divino de Dios es el que conoce por el no-conocer». (La Nube del No Saber – Anónimo ingles del siglo XIV)