Aceptar las gracias de Dios

1822

Pero tú, Filotea, deseas que te conduzca más adelante por el camino de la humildad, pues todo lo que te he dicho es más bien prudencia que humildad; ahora, pues, iremos más allá. Muchos no quieren ni se atreven a pensar y a considerar las gracias que Dios les ha hecho en particular, temerosos de sentir vanagloria y complacencia, en lo cual, ciertamente, se engañan, porque, corno dice el gran Doctor Angélico, el verdadero medio para alcanzar el amor de Dios, es la consideración de sus beneficios; cuanto más los conozcamos, más le amaremos; y como que los beneficios particulares mueven más que los comunes, deben ser considerados con más atención.

Introducción a la vida devota