Nuestra impotencia y debilidad

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Desunión e impotencia: éste es el estado de cada uno y el estado de todos; y es el estado de todos porque es el estado de cada uno. Esterilidad de los esfuerzos de cada uno sobre sí, esterilidad de los esfuerzos de cada uno sobre el conjunto, impotencia del trabajo sobre sí mismo, impotencia del trabajo sobre la sociedad: la causa está en la división interior. Hago grandes esfuerzos, y a pesar de ellos no adelanto cosa alguna: ésta es la queja de gran número de almas. ¡Cuántos esfuerzos hechos sobre la sociedad, y la sociedad decae cada día más! ¡Oh piedad, divina unidad, devolvednos las ascensiones de la vida! ¡Oh Dios mío! ¡Haced que en mí y en todos se realice la magnífica promesa de vuestro profeta: Vuestra gloria, acogiendo, reduciendo y concentrando toda nuestra vida en la unidad! (José Tissot, La vida interior)