La aridez involuntaria es la de un alma que se esfuerza, se pone en guardia, practica la oración y permanece fiel a sus deberes. Es excelente purgatorio, crisol en el que se purifica el alma.
La aridez involuntaria es la de un alma que se esfuerza, se pone en guardia, practica la oración y permanece fiel a sus deberes. Es excelente purgatorio, crisol en el que se purifica el alma.